Las hormigas, avispas, abejas y abejorros pertenecen a los himenópteros, cuyas características más importantes son la división en tres secciones claramente separadas, dos pares de alas transparentes (membranosas) y antenas alargadas.
Generalidades de las himenopteras
Entre las 967 especies (!!) dentro de este grupo en las Islas Canarias, alrededor del 23,5% son endémicas.
Tantas especies… Para empezar, podemos considerarnos felices si conseguimos distinguirlas de las moscas, en las que sólo un ala adorna cada lado (¿alguien debería saber distinguir eso a 1 metro de distancia?) y las que generalmente sólo tienen antenas cortas. Y, la mayoría de las especies de himenópteros tienen, como la avispa cartonera (más abajo), una cintura de avispa muy delgada. Ya en el abejorro esto es difícil de ver.
Si se quiere organizar un poco mejor esta diversidad, habrá que tener en cuenta que los animales conocidos, mencionados arriba, son sólo una parte de un grupo muy grande. En realidad existen muchos grupos de abejas y avispas, a veces muy diferentes, aunque no se conozcan en general.
Los himenópteros pueden dividirse a grandes rasgos en 1) avispas de cintura o Apocrita, que presentan una estrangulación fuerte entre tórax y abdomen, llamada cintura, que a su vez se dividen en a) avispas con aguijón o Aculeata y b) avispas con ovipositor en forma de taladro para poner sus huevos en huespedes (Parasitica) y 2) avispas de plantas o Symphyta, con una unión amplia entre torax y abdomen o carencia de cintura, una agrupación de diferentes familias de avispas que se alimentan principalmente de plantas (con un ovipositor en las hembras que se encuentra modificado a modo de sierra).
Dado que los Symphitos sólo aparecen con pocas especies en las islas orientales y centrales y que las icneumónidos son también bastante raros, observaremos principalmente animales del grupo de los Aculeata en las Islas Canarias.
1) Apocrita
1a) Avispas con aguijón o Aculeata
Las abejas verdaderas (familia Apidae) tienen aparatos bucales chupadoras con las que lamen el néctar de las flores. En las Islas Canarias incluyen la abeja de la miel (Apis mellifera, 12 – 17 mm) y el abejorro canario (Bombus canariensis, Abejorro, 14 – 17 mm).
Las abejas obreras de las abejas melíferas tienen un tamaño de unos 12 – 14 mm, los machos (zánganos) tienen ojos significativamente más grandes y alcanzan unos 16 mm, las reinas incluso 22 – 25 mm.
En La Gomera, la apicultura ha crecido mucho en los últimos años, formando una alternativa económica importante. En todas partes se pueden ver las colmenas brotando en el paisaje y la miel local es un manjar.
Más especies de abejas de la familia Apidae
Cualquiera que piense que este sea el fin de la lista de las abejas se equivoca: hay muchas especies. No es nada fácil distinguir la gran variedad en este grupo de las abejas de la miel.
Dentro de la familia de los Apidae mismo ya existen otros géneros, como las abejas del género Melecta. Como abejas cucú, estas abejas ponen sus huevos de forma parasitaria en las cavidades de cría de las abejas del género Anthophora.
¿Cabrones? A ellas también les tocará. Cuando se encuentran con las moscas del genero Physocephala biguttata, éstas pueden adherir sus huevos al exterior de la abeja en un toque fugaz, las larvas se taladran hacia dentro y luego se desarrollan en el abdomen. En este caso (foto) le tocó a una abeja de la especie Melecta curvispina.
También las abejas del género Anthophora pertenecen a la familia de los Apidae. Los nidos fósiles de las larvas de abejas p.e. en La Graciosa fueron construidas por abejas de este género para sus larvas hace unos 10.000 años en una fase de rica vegetación en esta zona. Recogen el polen y el néctar y lo llevan a la cavidad creada para las larvas en la arena o el barro.
Las ruidosas abejas de la especie Ameguilla quadrifasciata son fácilmente reconocibles por la densa pilosidad anaranjada de su espalda, las cuatro anchas rayas blancas de su abdomen y los cepillos blancos de sus patas. Con estos últimos, también llamados escopa, recogen y dispersan el polen de una planta a otra cuando sumergen su gruesa probóscide en las flores en busca de néctar. Por su fuerte zumbido, en Canarias se les llama sunsunito.
Si se encuentra ante una población de abejas muy densa y audible, lejos de cualquier civilización, es posible que se haya topado con una proliferación masiva de abejas de cuernos largos (Eucera gracilipes). Vuelan frenéticamente y sólo de vez en cuando se toman breves descansos, visitando sus cavidades de nidificación en una densa colonia, y es muy difícil observarlas de cerca. Es mejor buscar alguna planta con flor en las inmediaciones para hacer una foto. Sin embargo, sus larguísimas antenas suelen ser claramente visibles incluso en vuelo.
Los Megachilidae son la segunda familia de abejas más grande, dentro de la cual se observan muchos estilos de vida diferentes. Como los Apidae, pertenecen a las abejas con aparato bucal chupador, y por lo tanto son capaces de «beber» de las reservas de néctar que se encuentran muy metidos en la garganta de una flor. Sin embargo, no llevan corbículas en los que puedan recolectar polen. En su lugar, utilizan un cepillo ventral situado en la parte inferior del amplio abdomen, llamado escopa. En La Gomera he observado los géneros Megachile, Osmia y Pseudoanthidium de esta familia.
Las Halictidae reciben el nombre de «abejas del sudor» porque algunas especies se sienten atraídas por el sudor. Son habituales en las Islas Canarias, con 44 especies y subespecies, la mayoría de las cuales recolectan polen de diversas plantas y anidan en el suelo. Los géneros Lasioglossum, Halictus y Sphecodes se encuentran de forma regular a muy frecuente en La Gomera. En la galería de abajo encontrarán algunas especies más.
Las abejas de la arena o Andrenidae construyen sus nidos en hasta 60 cm de profundidad en el suelo arenoso. Hay alrededor de 20 especies en las Islas Canarias. Pertenecen a las abejas con corbicula, para colectar polen en sus patas. La mayoría de las especies dependen de plantas especiales cuyo polen pueden utilizar.
Entre las abejas menos conocidas están las abejas de la seda (Colletes) y las abejas enmascaradas (Hylaeus) de la familia de los Colletidae. No presentan estructuras externas reconocibles para recoger el polen. Las dos especies del género Colletes se encuentran entre las pocas especies protegidas dentro de los Hymenopteros. Las abejas enmascaradas son pequeñas y a menudo no se reconocen como abejas.
Avispas
El término avispa no constituye una categoría científica, sino que engloba a las Aculeata no recolectoras. Aunque muchas avispas también se alimentan de este alimento rico en energía en algún momento, o incluso se alimentan sólo de él en la fase adulta. La mayoría de las avispas, al no recolectar polen, tampoco son tan peludas como las abejas. Suelen mostrar un aspecto de cuerpo alargado.
Entre las avispas hay muchas familias que son bastante comunes y aún desconocidas:
Los Spheciformes están estrechamente relacionados con las abejas, en este grupo se incluyen a los Sphecidae. Presentan un abdomen muy alargado, separado del tórax por un peciolo.
Las abejas del género Podalonia a veces arrastran grandes presas para sus larvas a través del suelo y las ponen en los nidos subterraneos profundos. Sólo los machos tienen pelos blanquecinos en la frente.
El lobo de abeja también pertenece a este grupo de avispas excavadoras. Los adultos se alimentan de néctar, pero necesitan carne para criar sus larvas. Para ello paralizan a las abejas de la miel en un ataque muy rápido mediante una picadura. Luego se meten varias presas juntas con los huevos en un nido profundo en suelo arenoso. El ejemplar de la foto de ejemplo aparentemente se tomó un pequeño descanso en nuestra azotea. No me extraña, con el peso de las presas …
En mi casa en la lámpara o en el tendedero, en la pared de la terraza o bajo las tejas, anidan las avispas del género Sceliphron spirifex, cuya ocupación favorita es recoger el barro y construir nidos con él. Cuando es la época de cría, estas se llenan principalmente de arañas, que tienen por objeto servir de suministro a la descendencia. Como la avispa es grande y tiene pinta de peligrosa, pero no como las avispas que conocemos, siempre me preguntan si pueden picar: Si quiere evitar que las arañas se defiendan, primero debe paralizarlas. Así que puede picar bastante bien.
La familia de avispas Eumenidae está representada por 18 especies. Ponen sus huevos en pequeñas cavidades u hojas dobladas y les proporcionan orugas de mariposa paralizadas. Los animales adultos se alimentan de jugos de plantas. Uno de ellos son las avispas del género Ancistrocerus que se muestran aquí.
Después de que se descubriera por primera vez en Fuerteventura en los 90 años, una Gran avispa alfarera (Delta dimidiatipenne) también se ha establecido en las islas centrales, incluida La Gomera, en los últimos años. Las avispas alfareras construyen sus nidos con los sedimentos finos recogidos en la zona y luego los llenan de grandes presas como alimento para las larvas.
Las «verdaderas» avispas, fácilmente reconocibles para nosotros por su vestido amarillo-negro, pertenecen a la familia de las avispas reales o vespidae. Las dos especies que se encuentran aquí, la avispa cartonera (Polistes dominula) que se muestra arriba y la avispa alemana (Vespula germanica), de la que mostramos una vista frontal, se alimentan de frutas, polen e insectos.
Las avispas cuclilla (Chrysididae, 27 especies) son animales pequeños (menos de 1 cm de tamaño) de cuerpo iridiscente y colorido, que ponen sus huevos en otras avispas o abejas o en sus larvas.
Hormigas
También las hormigas (Formicidae) pertenecen a los hymenopteros con aguijones, aunque muchas especies ya no lo tienen. ¡Estos bichos tan pequeños! ¡Es difícil creer que su biomasa en la tierra exceda la de todos los demás insectos!
Una colonia de hormigas consiste principalmente en obreras estériles. Durante la temporada de apareamiento, se forman los machos y hembras alados. Después del vuelo nupcial y el apareamiento de las jóvenes reinas, los machos mueren mientras que las hembras pierden sus alas y continúan viviendo, a veces como reinas.
Las hormigas pueden ver muy mal y se orientan por el olfato. Para el reconocimiento y la comunicación emiten olores que a su vez perciben sobre todo con sus antenas. Las especies de hormigas que conocemos se alimentan principalmente de melaza (un producto de excreción azucarada de varios pulgones) y de insectos.
El grupo de hormigas está representado por 48 especies diferentes en las Islas Canarias (16 en La Gomera). En realidad son como las avispas sin alas. De hecho, una de las cuatro subfamilias de hormigas de las Islas Canarias (Ponerinae) todavía tiene un aguijón venenoso, la especie del género Hypoponera (H. eduardii 2 -3 mm marrón oscuro, apéndices del cuerpo marrón amarillento, muy raro en los bosques en nidos grandes y profundos y H. nivariana, sólo T., en las zonas costeras secas del norte en pequeños estados de sólo 30 animales).
Entre las hormigas de la subfamilia de los Dolichoderinae, hormiga argentina (Linepithema humile o Iridomyrmex humilis) ha sido introducida en los últimos 100 años. Desplaza con gran agresividad a otras especies autóctonas (como la Hypoponera eduardi), especialmente de las zonas cultivadas. Las hembras obreras miden 2 mm de largo y son de color marrón amarillento, las hembras alcanzan los 5 mm y brillan más. El hábito de esta especie de llevar a los áfidos, de cuyo melazo se alimenta, de una planta a otra y encima para ahuyentar a sus depredadores, la convierte en una grave plaga. Los venenos usados para controlarlas han causado a las otras especies de hormigas muchos problemas.
Entre las hormigas de la subfamilia de los Myrmicinae se encuentra la Hormiga Cosechadora de las Islas Canarias (Messor hesperius, obreras 4 – 7 mm, abdomen negro, resto rojizo, hembra 11 mm, negra brillante) que se alimenta principalmente de semillas y donde las entradas a los nidos están marcadas por un embudo y restos de semillas. En las comunidades masticadoras las semillas se transforman en pan de hormiga, del que luego se alimentan los demás.
En Fuerteventura se ha introducido la hormiga Pheidole megacephala, que también pertenece a la subfamilia de los Myrmicinae, y podría convertirse en un problema importante para otras hormigas e insectos. Como prospera mejor en un ambiente húmedo, hasta ahora el daño ha sido limitado.
La hormiga del genero Tetramorium sp. es una de las especies comunes a todas las islas, forma grandes estados y se comporta muy agresivamente con otros pueblos. Las hormigas obreras miden alrededor de 2 a 3 mm de largo y su color varía de marrón amarillento a negruzco. Las hembras alcanzan los 11 mm y suelen ser de color marrón oscuro con patas y antenas amarillentas. La comida consiste en carroña, insectos y semillas.
Las hormigas de la subfamilia Formicinae incluyen, por ejemplo, las relativamente grandes hormigas de la especie Camponotus rufoglaucus feai, con hembras macizas de hasta 14 mm, a menudo en coladas de lava jóvenes, o las hormigas de la especie Lasius neglectus, de 4 mm, a menudo en bosques húmedos de pino y laurel, enemigo natural de las plagas.
La hormiga Plagiolepis barbara canariensis, que es muy común en todas partes, tiene un comportamiento curioso de algunas obreras, que están equipados con un abdomen extensible y funcionan como dispensadores de alimento en la colmena. Las hormigas obreras miden 2 mm y las hembras 4 mm de largo, ambas son marrones con apéndices corporales amarillentos. Aunque son omnívoras, a menudo se suben a las flores y beben el néctar, lo que las convierte en importantes polinizadores dado su gran número.
Hay un trabajo muy bueno sobre hormigas en este link.
1b) Avispas con ovipositor en forma de taladro (Parasitica)
Con un ovipositor enormemente largo, a menudo parecen algo peligroso, pero no se utiliza para picar. Las avispas parasíticas inyectan sus huevos en ciertas presas y así viven parasitariamente en la fase larval. Sólo en las Islas Canarias se encuentran más de 130 especies diferentes de la familia de las Ichneumonidae.
La avispa icneumónida Pimpla turionellae pone sus huevos en orugas de varias especies de mariposas y en las larvas de otros insectos. Dependiendo del tamaño de la presa, se desarrolla una hembra o un macho: Si la presa es grande, se coloca un óvulo fertilizado dentro de ella y se convierte en una hembra. Si la presa es pequeña, sólo hay suficiente para un macho.
Un grupo de avispas diminutas es responsable para la fertilización de los higos, y también pertenecen a este grupo. En una simbiosis que ha estado «creciendo» durante 40 millones de años, hay una interacción que no tiene paralelo.
2) Avispas de plantas (Symphyta)
Carecen de la incisión distintiva entre el torax y el abdomen, la cintura de avispa. Sus larvas se parecen a las orugas de las mariposas, pero en vez de dos segmentos tienen solo un segmento sin patas en el centro. La mayoría se alimentan de plantas y de nectar y algunos son plagas.
Entre ellas se encuentran las avispas de la madera (Siricidae, 2 especies en las Islas Canarias, no en La Gomera), que ponen sus huevos directamente en la madera con un ovipositor largo, cuyas larvas se alimentan durante 2 – 4 años. Incluso de la madera ya procesada y convertida en tablas o mesas salen del nido los adultos, provocando alegrías.
Las avispas portasierra (Tenthredinidae, 6 especies) son mucho más discretas, de color oscuro y de hasta 2 cm de tamaño. Se alimenta del follaje, son mineros de las hojas, perforadores de tallos o formadores de agallas.
