A estas alturas, probablemente todo el mundo sabe que producimos demasiada basura, una gran parte de la cual termina en el mar. También en las Islas Canarias hay algunas señales que deberían constituir una razón para cambios.
Problemas con basuras en el mar
En Canarias, todavía se utiliza un gran número de bolsas de plástico y las cantidades de envases en los supermercados dan una idea del trabajo que nos queda por delante. Aunque partes del plástico en estas aguas vienen de lejos, la mayor parte entra desde la misma tierra, desde barcos, desde los vertederos. Todos somos responsables y todos podemos participar buscando soluciones.
En mar abierto, la basura flotante se ha convertido en un problema por diferentes razones:
Se puede convertir en una trampa mortal para tortugas, delfines, cachalotes y pardelas. Los animales pueden enredarse en los restos de redes o bolsas de plástico y sufrir lesiones o asfixia.
A menudo confunden las bolsas de plástico o los restos de redes con algo para comer y se mueren de hambre con un estómago completamente obstruido por el plástico indigestible.
Varias aves, como los alcatraces en los mares del norte, construyen sus nidos con restos de redes y se enredan en ellas como en la imagen.
Un ejemplo extremo podría ser el fulmar del Atlántico Norte (Fulmarus glacialis), que recoge su alimento de la superficie sin hacer una selección precisa. Un 95% de los animales llevan plástico en el estómago (https://www.ftz.uni-kiel.de/de/forschungsabteilungen/ecolab-oekologie-mariner-tiere/laufende-projekte/plastikmuellbelastung). Este porcentaje se utiliza como medida de la cantidad de basura en el Mar del Norte. El 60 %lleva cantidades de 0,1 gramo o más, peso que equivale la mitad del volumen del estomago de estos animales. El porcentaje que se projecta como meta para el futuro se ha fijado en el 10%. En las regiones remotas de Svalbard, el 90% de estas aves mueren de estómagos de plástico, según los guardas de medio ambiente noruegos.
En Canarias vive un pariente cercano, la pardela cenicienta (Calonectris diomedea). Se realizó un estudio de polluelos de esta especie dentro de sus nidos en el que un 20% ya había alcanzado la cantidad de plástico de 0,1 g. En estudios hechos en las Islas Baleares, se encontraron trozos de plástico en el 94% de los animales.
Ambas especies de aves pertenecen a la familia de las «narices tubulares» cercanas a los albatros, que no pueden expulsar los alimentos indigeribles como otras aves y son, por tanto, especialmente susceptibles. (Plastic debris in Mediterranean seabirds; Marine Pollution Bulletin, Volume 77, Issue 1, Pages 220-226
Marina Codina-García, Teresa Militão, Javier Moreno, Jacob González-Solís)
Microplásticos
Bajo la fuerte luz del sol y la influencia del agua salada, los componentes plásticos en el mar se deshacen poco a poco en fragmentos cada vez más pequeños. Pero no desaparecen. A ellos se unen microfibras de nuestra ropa y microperlas de plásticos de detergentes, pasta de dientes, etc.
No somos conscientes de una buena parte del problema porque no vemos por debajo de la superficie ni mucho menos en las profundidades. Se estima que solo un 20 % de la basura termina en la costa. La mayor parte de los residuos es arrastrado por las corrientes, se acumula en el fondo marino, en grandes profundidades.
En las muestras de plancton tomadas aquí en La Gomera raras veces se observan trozos de plásticos mas bien son fibras de ropas. Las playas sólo muestran lo que ocurre en el agua cuando sopla el viento a tierra.
Remolinos de plástico
Los medios de comunicación siguen informando sobre el gran vórtice de plástico en el Pacífico. Bajo este enlace puede encontrar información de interés. Por ejemplo, la cantidad real de plástico en este vórtice se da.
doi:10.1038/s41598-018-22939-w
En ningún caso quiero contribuir a denigrar las graves consecuencias del plástico en el mar. Sin embargo, lo mismo que se aplica a las costas de La Gomera se puede extrapolar al mar en general: no se pueden ver los efectos negativos a simple vista incluso estando allí. Hay días en los que uno se encuentra con varios pedazos de basura en un viaje en barco, pero calculados en comparación con la inmensa superficie del mar, no parece amenazador. Las imágenes que se muestran en los medios de comunicación son engañosas. La mayoría de las piezas de plástico de los llamados «continentes de basura» son menores de 0,5 cm. Al final es fácil desacreditar las voces de advertencia. La gente querealmente ha pasado por estas zonas habla de teorías de conspiración. La basura se distribuye en grandes áreas. Incluso en las muestras más densas, sólo se encontraron 0,1 gramos de plástico por metro cuadrado en la misma mancha de basura!
El valor promedio en la mancha de basura es de 0,07 gramos por metro cuadrado. (Por supuesto, este valor no expresa cuánto ya se ha depositado sobre el fondo.) Tenemos que usar nuestra imaginación, para comprender la dimensión del problema. Si comparamos esta cantidad con la cantidad de peces que nadan en nuestros océanos, las cosas son diferentes. Si suponemos que la superficie total de los océanos es de unos 320 millones de kilómetros cuadrados (fuente), y que la cantidad de peces en el agua pesa 800 millones de toneladas (fuente), encontramos unos 2,5 gramos de peces por metro cuadrado. Así que por cada 25 gramos de pescado en el mar hay un gramo de plástico! Y los 25 gramos de pescado picotean del agua lo que flota a su alrededor.
El problema no consiste por lo tanto en que los organismos marinos naden en un baño de basura, sino que el plástico se concentra en ciertos organismos, igual que las toxinas. En un estudio de la Universidad de Las Palmas, el 78% de la caballa canaria contenía partes plásticas, con un 74% de microfibras, un 17,5% de trozos y un 16,7% de partes de pintura y un 3,3% de fragmentos de línea. (Microplastic ingestion by Atlantic chub mackerel (Scomber colias) in the Canary Islands coast A. Herrera et al.).
Para los habitantes el suministro de plástico se hace evidente en ocasiones especiales, cuando el viento y las corrientes son «desfavorables» y el plástico a la deriva a ras de la superficie llega a las playas. Esto ocurre aquí en Valle Gran Rey de forma más bien esporádica, como a principios de noviembre de 2018 en Playa del Inglés (la colección de Silke en la foto), pero en lugares especialmente expuestos, la cantidad de plástico también puede ser continua y extrema. En un estudio sobre la cantidad de plástico que entra con cada marea alta en varias playas de las Islas Canarias, los científicos encontraron un máximo de 120 gramos de plástico por metro de línea de playa por marea! Esto fue en la playa más septentrional de La Graciosa, la Playa de la Lambra.
