Aquí encontrará cangrejos, langostas, camarones y gambas. Primero se describen a grandes rasgos los grupos más importantes y luego se muestran en una galería las especies más importantes.
En casi todas las piscinas de marea, hasta en las zonas más elevadas del intermareal, se encuentra, si se mira bien, el transparente camarón de los charcos. Con las pinzas con manchas azules en su primer par de patas mordisquean alegremente a los pies, puestos en el agua para su mejor enfriamiento. Así amplian su horizonte alimenticio, que de todos modos lo abarca todo. En raras ocasiones, los cuerpos alargados alcanzan una longitud de más de 4 cm.
Al igual que las gambas, los cangrejos pertenecen al grupo de los decápodos, cangrejos de diez patas. Dentro de estos, los cangrejos difieren por el abdomen doblado hacia adelante bajo el área del tórax. Esta transformación les da la típica forma redonda o cuadrada que los distingue de otros crustáceos.
Los juyones (Pachygrapsus marmoratus) se esconden en las pequeñas grietas del intermareal superior dentro o fuera del agua. A la distancia suelen tener un aspecto negro-gris, pero si se observan más de cerca, muestran un patrón similar al del mármol. Cuando se acerca un hombre, con su sombra gigantesca y el sonido atronador de sus pasos, se esconden. Pero después de un corto período de tiempo, emergen cuidadosamente de los agujeros y comienzan a pastar las algas en las inmediaciones.
En los muelles o sobre rocas grandes difíciles de explorar, a menudo se pueden ver los tímidos, grandes y negros cangrejos moro (Grapsus adscensionis) que adquieren una coloración roja o amarilla en sus patas a medida que envejecen. En la juventud son de color negro intenso y muestran algunos puntos finos y blancos. Se les puede distinguir de otros cangrejos también por su caparazón redondeado.
Los cangrejos ermitaños (Clibanarius aequabilis) tienen un abdomen curvado lateralmente con patas traseras fuertemente acortadas, que les permiten encajar en las conchas caracoles. Las patas delanteras, en cambio, son largas y fuertes para poder tirar de la concha. Los ojos son negros con puntos blancos y las dos pinzas marrones con puntas negras y de aproximadamente del mismo tamaño. Su menú incluye varios invertebrados pequeños y carroña. Ocupan las conchas de muchos caracoles diferentes, pero aparentemente prefieren las de los bígaro (Litorina striata) cuando son jovenes, para cambiar a las conchas de burgados (Osilinus sp.) y carnadilla (Stramonita haemastoma) cuando se hacen mayores. En la zona de marea se encuentran sobre todo ejemplares de 1 – 2 cm de tamaño. En caso de peligro, se retiran completamente a la concha, que parece estar vacía.
El tipo más común de cangrejo en la zona de marea, a menudo pasado por alto o ignorado, es el sacabocao o tamalus (Chthamalus stellatus). Aquí, se trata de un crustáceo de 0,5 a 1 cm, fuertemente modificado, que se asienta con la espalda en el suelo bajo el borde superior de las mareas y produce, para su protección, varias placas de cal, a parte de la caparazon de quitina. En marea baja estas placas calcareas están selladas herméticamente, mientras que en marea alta unas patas salen de un pequeño hueco, filtrando el agua.
Normalmente se encuentran en cantidades tan grandes que forma una franja clara en la comunidad, que marca el límite superior de la zona de marea. De esta manera, siempre es posible para el observador iniciado decir si la marea está actualmente baja o alta. Algunos de ustedes estarán familiarizados con él porque nos proporciona un agarre más seguro en la zona resbaladiza de la marea, pero también puede jugarnos una mala pasada a nuestros pies, si andamos descalzos.
