Tanto las poderosas ballenas como los juguetones delfines pertenecen a los cetáceos. Aquí te damos una visión general de lo son.
Las 90 especies diferentes de ballenas y delfines se clasifican en el orden biológico de los cetáceos, dentro de la clase de mamíferos. Descienden de mamíferos terrestres y, como éstos, son de sangre caliente y tienen pulmones, por lo que tienen que salir a la superficie para respirar.
Los hipopótamos, los cerdos, los rumiantes y los camellos son sus parientes más cercanos.
Hay dos subórdenes:
Ballenas con barbas o misticetos.
Incluyen las ballenas (ballena franca, ballena de groenlandia y ballena grís) y los rorcuales (como la ballena azúl o el rorcual tropical).
Con una estructura en forma de cepillo en el maxilar superior, las denominadas barbas, filtran grandes cantidades de alimentos del agua. Los rorcuales han desarrollado la habilidad de captar grandes cantidades de agua de un solo golpe en su enorme boca, inflandola como la de una rana y atrapando así grandes cantidades de animales muy pequeños comparados con el tamaño de las ballenas. El agua es expulsada por la fuerza de una lengua gigante a travéz de las barbas, donde los animales se quedan pegados.
Ballenas con dientes u odontocetos
Entre ellos se cuentan los delfines (a los que también pertenecen las orcas y los calderones), los cachalotes y los zifios. Se alimentan de presas relativamente grandes, sobre todo de peces y moluscos (por ejemplo, calamares y pulpos). Las atrapan cazándolas una por una.
